Señorita María

DE DANIEL CASTILLO |

Poster Oficial Señorita María, La falda de la Montaña |
Un deportivo ejemplar calzapies, las telas de colores siempre vivos, que con el caminar precipitado y un desbordante estilo, se arrastran en las heladas tierras boyacenses, las fuertes pero siempre delicadas manos de quien cultiva el amor, un amor que consiste en llorar, querer, odiar, tratar de mantenerse a temple, transgredir lo que nos dijeron debía ser normal sin tener la intención de ser transgresor, simplemente con el hábito genuino del que quiere ser humano y sentirse satisfecho con la idea de la vida.

La señorita María es en tiempos de oscurantismo, en donde el arrepentimiento humano nos lleva a los maximalismos simples e inocuos, el redimir de quien lleva consigo el lastre marginal de la existencia; ser mujer, pobre, campesina, para unos el sollozo momento de arrepentimiento, una lastimera sensación de sentirse en el cuerpo de otra, para otros o para pocos, o para nadie, un ferviente sentimiento emancipatorio, la vana libertad de ser, de sentirse, de vivirse, así la señorita María no lo sepa, no lo consienta, no le agrade, un grito desesperado que interpela la tradición.

Ahora se baja el telón, pero su papel continúa, como continúan vigentes los personajes que Rubén Mendoza lanza a la pantalla, como el Cucho recorrió las calles del olvidado Umpalá en la que sería su última travesía hacia la muerte, la señorita María seguirá labrando la tierra de Boavita, allí donde a fuerza y machete se “enderezó” el país y se forjó la salvación lejos de comunistas, masones, sodomos, enfermos y traidores, allí en las montañas imponentes de nuestros país, siempre habrá quien inmortalice un desagravio en nombre de la humanidad, así sea un “simple” andar desobligante a los papeles de género y sexuales que se han impuesto. 
Señorita María Señorita María Reviewed by Revista Zahir on domingo, diciembre 24, 2017 Rating: 5

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