UNAS POCAS Y PEQUEÑAS COSAS

DE DANIEL CASTILLO |

Don Quijote – Gustave Doré (1863) |

Asumiré con sosiego , tal vez así lo hiciera el gran Alonso Quijano al momento de vivir sus aventuras, que estas cortas palabras puedan llegar a disentir e infringir algunas susceptibilidades, ya que tal vez el desapego a lo “políticamente correcto”, que se incorpora hoy en el diario acontecer de nuestro país, impregna en mi (y tengo que hablar también de lo emocional) un intestinal sentimiento de desesperanza continuada, sólo vadeable en algunos trazos y la fecunda necesidad de discutir sobre las cosas “pequeñas”.

Y es precisamente a partir de esas cosas “pequeñas” que considero es permitido desdibujar y desaprender en lo terrenal; me permitiré en ese caso hablar, balbucear, presumir, plantear mis ideas (y tal vez mi descontento del día de hoy) desde la moral. Pero no desde una idea moral del arrepentimiento, hablo de una moral de acto, realizable, de idea, razonable, en palabras de Manuel Atienza, una moral objetiva no absolutista. Una moral que nos permite como sociedad, y de manera dialéctica, transcender en nuestro actuar en busca de un bien común razonable y realizable.

Y cuando pienso en Colombia, pienso en moral, cuando escucho o leo los reproches suscitados en estos últimos días en relación con una particular postulación presidencial de un ex combatiente insurgente pienso en moral, cuando se vuelve una frase de cajón hablar de un supuesto país dividido pienso en moral, en últimas es tal vez la vaga idea de moral la que me ha llevado escribir estas palabras.

Considero que el miedo que se quiere colectivizar a raíz de las negociaciones con algunas insurgencias y la supuesta polarización en relación al Sí y el No del pasado plebiscito que buscaba refrendar los acuerdos de La Habana (que no tuvo ni una participación del 40% de las personas habilitadas para hacerlo) no es más que un síntoma generalizado del poco vigor al actuar frente a nuestra realidad, es el pánico de pensar que existieron algunos guerreros (no quiero hacer un juicio de valor de las acciones de estos) que asumieron posición y quisieron enarbolar esas banderas que en lo más hondo de nuestro ser todos queremos alzar: hablaron de justicia y se enfrentaron contra todo pronóstico en su afán de hacer realidad esa idea de justicia, hubo guerra y vivieron en la guerra, eran tiempos de terminar el conflicto y lo hicieron sin vacilación alguna. Nos faltó moral y hoy pretendemos ser adalid de pulcritud y de sociedad, hablamos de polarización porque consideramos correcto homogeneizar nuestras posiciones más allá de la razón.


Nos robamos la moral, la secuestramos, la hicimos trizas y la encontramos en forma de salvación supra terrenal. 
UNAS POCAS Y PEQUEÑAS COSAS UNAS POCAS Y PEQUEÑAS COSAS Reviewed by Unknown on sábado, noviembre 11, 2017 Rating: 5

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