Alba de Julio
DE DANIELA VARGAS |
El sol, hace ya cuatro suspiros poco agudos, se determinó a dar luz a
otros cuerpos.
Se depuso a no besar mis hombros aunque los tuviera desnudos y
gélidos.
Obstinado a dar luz al dogma de la fidelidad calcina mi carne y
procura no confiar en la narcosis nacida del rocío a mis flores.
Se dice a sí mismo, como si las palabras dichas valieran su aliento,
que su ausencia se me dibuja latente.
Hace cuatro lamentos el imponente faro dio calor a mis engaños como
una vela sometida al viento.
Hace tantos jadeos dio vida a mis palabras en todas las gamas de
color.
Sin ruido alguno el tiempo indiferente eliminó el horizonte en el que
entregamos alguna vez nuestro fruto, y es ahora nítido el camino, sin luz que
lo ciegue o sombras que lo traicionen.
Ahora sin dolor alguno mis manos no sostienen tu pesado cuerpo de
astro, tu pesada y dulce adoración.
Descubro en mi piel la nata debilidad sin candil hiriente y la salva
de tus rayos no me demandan calidez.
En el caos de mis memorias el reflejo de mi trazo ya no es hiel, mi
piel no reclama tus marcas, mi boca olvidó sangrar y mis labios ahora dedicados
al vapor no son lastimados en tu nombre.
Ahora al levantar mi mano, liviana ya, mendigo a mi piel y soy en sed
de ella sumergida.
Mis luceros hace cuatro cantos decidieron crearte un reflejo sin tu
juicio, otra mirada.
Me dedico a besar la piel que besaste, como el animal que limpia
heridas ya curadas.
Mis oscuros ojos mal usados en recordar ya abandonan tu figura cegadora.
Me descubro a ser lívida duda, a ser fin y quimera.
Mis luceros ya son uno solo, un sol que solo muestra su lumbre al
reflejo.
Dejo de ser lo que no da fruto, queda de mí lo no palpable, soy un
mórbido trazo de luz.
Soy un trazo continuo, en un solo cuerpo de mil matices.
Soy la carne que nace y muere, para ser tentada.
Soy una sombra de plomo que solo es en cuanto de tu luz es privada.
Alba de Julio
Reviewed by Revista Zahir
on
domingo, abril 08, 2018
Rating: