6 de noviembre
DE THOMAS MONSALVE |
Imagen del ala oriental del Palacio de Justicia | |
Me niego a creer que esta sea la vida;
Me niego rotundamente
A admitir esta resistencia,
A creer que todo dentro de este cúmulo de posibilidades, sea lo contrario:
Nada.
Me niego rotundamente
A admitir esta resistencia,
A creer que todo dentro de este cúmulo de posibilidades, sea lo contrario:
Nada.
Me resisto a creer que esta es mi patria
Esta tierra que ha sido condenada, tristemente condenada,
por el odio de su gente.
Esta tierra que ha sido condenada, tristemente condenada,
por el odio de su gente.
Me opongo firmemente
A callar lo que otros callan,
A admitir lo que otros admiten,
A resignarme como a todos nos resignan.
A callar lo que otros callan,
A admitir lo que otros admiten,
A resignarme como a todos nos resignan.
Que se vayan al carajo
Las negaciones y las posibilidades.
Que se vaya al carajo la vida misma,
Pero que no mueran nunca los ideales.
Las negaciones y las posibilidades.
Que se vaya al carajo la vida misma,
Pero que no mueran nunca los ideales.
CONTEXTO
Es incuestionable la trascendencia que tuvieron para nuestro país los hechos acaecidos los días 6 y 7 de noviembre del año 1985 (sumando a su vez las acciones posteriores que han estado rodeadas de misterio e impunidad) pues marcaron con sangre una página más en la cruenta historia de la violencia nacional.
Cómo sociedad tenemos una deuda con todas las víctimas perjudicadas ese día y con todas las víctimas producto de la violencia en nuestro país. El llamado es, a hablar con la verdad y actuar bajo la paz. No podemos permitir que siga derramándose la sangre de nuestra gente impunemente, es hora de decirle basta a la guerra que nos desangra día a día.
El llamado del doctor Reyes Echandía, tiene aún repercusiones en nuestra actualidad: es hora de dejar a un lado las armas y la violencia y proceder de una buena vez al diálogo. Debemos entender que como sociedad la única forma de solucionar nuestros conflictos es a través de las palabras, la cual se torna un arma mucho más efectiva y poderosa que las balas y el fuego.
Esas personas que cayeron bajo las garras del fuego cruzado representan la imagen del pueblo que se ha visto violentado por un conflicto que no buscó y del cual tampoco ha podido conseguir el fin. La memoria de las víctimas se convierte en una luz que palpita intermitente en nuestros corazones, recordándonos el nivel de atrocidad al que podemos, tristemente, llegar como sociedad.
6 de noviembre
Reviewed by Revista Zahir
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domingo, diciembre 03, 2017
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