VELÁZQUEZ Y STANLEY
DE ANDRÉS CAICEDO | |
Autorretrato de
Stanley Kubrick con unacámara Leica III. Recuperado de: Wikimedia Commons. y Autorretrato del
pintor español Diego Velázquez Recuperado de: Wikimedia Commons |
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Periódicamente recuerdo con una emoción muy grande dos imágenes que llevan inmerso una familiaridad profunda más allá de tener tres siglos de diferencia: “Las Meninas” de Diego Velázquez y una foto que Stanley Kubrick hace a Jack Nicholson durante el rodaje de su película "El resplandor".
Las meninas. Recuperado de: Wikimedia Commons |
Stanley Kubrick junto a su hija Vivian hace una foto a
Jack Nicholson durante el rodaje de "El resplandor", 1980. Recuperado de: www.rowsdowr.com
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Las dos imágenes tienen algo de la fantástica cotidianidad y representan la visión opuesta a lo que un espectador cualquiera se propone ver: en una fotografía, una imagen simple pero bonita, digna de ver la fealdad o hermosura del otro y en una pintura, que no sea más que un cuadro asombroso y plano que luzca en la sala de la casa. Digo, existen otros más exigentes.
Pienso en la escena pintoresca
del abrazo de Stanley a su hija, quizá un beso en la frente, quizá un beso en
la boca, la sonrisa de su amigo y el querer de tomarle del pelo. Quizá, el querer
de una foto impertinente, y el cumplido de una foto irreverente.
Pienso en Diego y su mostacho, observando
los detalles del palacio de Felipe IV y lanzando pincelazos cada vez que se
encontraba a cualquiera, imagino los motivos de su inspiración, no sé si fue un
beso, un abrazo, un amigo, solo sé que en ocasiones fue un bufón. Pienso en la
exigencia real de un retrato y en la negativa de este hombre rescatando su arte
a través de un perro, una niña, tres señoras y otros más. No sé si los problemas
lo alcanzaron, quizás.
Diego fue un irreverente del
siglo XVII, impuso un estilo, desmitifico a los dioses y eternizo la vida,
retrato a los simples como reyes y a los reyes los devolvió a la humanidad. Stanley fue un cascarrabias meticuloso, un
insistente innovador, un revolucionario del siglo XX. Imaginen a Velázquez registrando
a su amigo Felipe borrosamente, imaginen a Stanley pintando a su rey Nicholson
en un espejo…
Hoy en día todavía tenemos a histéricos insensibles que se niegan a reconocer la complementariedad de la pintura y el
cine, quizá hemos tenido a un Stanley del siglo XVII y a un Velázquez del siglo
XX, no crean, pero en ocasiones los tiempos nos prestan los genios.
VELÁZQUEZ Y STANLEY
Reviewed by Andrés Caicedo
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lunes, septiembre 18, 2017
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