Ser humano y razón. El problema del pensamiento impositivo.

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Si lo propio del animal es el comportamiento <bestial>, lo instintivo, lo genéticamente predeterminado, lo ineludible, y por lo tanto imposible de regular. Entonces, ¿qué es lo propio del ser humano? La respuesta más lógica es por lo tanto, proponer diferencias entre el ser humano y el animal o la ‘’bestia’’. De esto resulta, que la misma cosa que es propia de la humanidad, es también la misma que lo distancia de los demás animales. El estado humano es pues la no animalidad, lo no instintivo, y por lo tanto regulable. Tal estado de la existencia ha recibido un nombre dentro del estudio del hombre: razón.

El hombre es un animal capaz de razón, escribe Aristóteles en La Política. Esto significa, que a diferencia de los demás animales, el ser humano es en teoría, el único que es capaz de dirigir mediante su voluntad, al menos parcialmente, los designios de su destino.  La razón permite al hombre transformar su mundo, y por tanto el de los demás. Esta breve afirmación sobre la razonabilidad del hombre, abre ciertas cuestiones sobre el pensamiento antropológico. ¿Qué es la razón? ¿Es universal? ¿Es un objeto? Si lo es, ¿significa que puedo controlarlo, moldearlo, interactuar con él, o incluso, llegar a controlar la razón del ‘’otro’’?

Nuestros procesos históricos como pueblos latinoamericanos parecen indicar que sí. No olvidemos cómo fue de hecho la razón evangelizadora cristiana la misma que llevó al exterminio, o cuando menos encubrimiento de las diversas razones y culturas que existían en los pueblos amerindios antes del periodo de la conquista. O cómo las razones dicotómicas dan orígenes a periodos de violencia en distintos países, y aún hoy se hacen sentir. Donde una ‘’verdad’’ pretende imponerse a otra, mediante acciones violentas capaces de ralentizar la consolidación de Estados. Véase por ejemplo el fenómeno de los ‘’odios heredados’’ o La Violencia en el Estado colombiano.

¿Notan alguna diferencia entre la definición de Aristóteles de razón, y la forma como funciona aquella al día de hoy? Para resumir, la razón comienza a transformarse en un objeto único y dominable, mediante la aparición de la biblia (esto es válido por lo menos en los territorios cuyos orígenes son coloniales y además fueron marcados por la cultura cristiana). Cuando la tradicional afirmación aristotélica fue en su lugar reemplazada por el postulado bíblico ‘’En el principio era el verbo, y el logos era dios’’. El logos, que traduce razón fue completamente atribuido a una divinidad e interpretado por un mesías (que traduce mediador), nos referimos claro está, a la figura de Jesucristo.

Esto otorgó al sistema de creencias europeas, -llegando incluso a ser validado por Hegel-, un sentimiento de superioridad al creerse en derecho a dominar por tener la única fuente de razón, dios. Si a esta situación adicionamos el hecho de que el cristianismo es una religión absolutamente legitimadora del sacrificio, los resultados derivados son desastrosos.

Existe un derecho a dominar (sentimiento de superioridad), y un deber de expandir la palabra, el verbo, para lograr la salvación de la humanidad a cualquier costo (mito sacrificial de Jesucristo y fundante del deber de evangelización). Y esta es precisamente la lógica que fue impuesta y después reproducida por las instituciones sociales como la escuela y la familia en la américa colonial. Dicho sea de paso, perpetuándose en el tiempo hasta el día de hoy. Nótese por ejemplo como las ‘’verdades únicas’’, o los ‘’comportamientos correctos’’ son aún las máximas a seguir en la mayoría de escuelas.

¿Qué somos en el fondo? La respuesta era simple, somos humanidad y la humanidad es razón. Más allá de la tendencia humana material a la territorialidad (será acaso una de las cosas que tenemos en común con el animal), hay que recordar que aquello que nos une como especie es precisamente la capacidad de razón. Por sobre las culturas o creencias, aquello que nos une es precisamente una inteligencia en potencia e inacabable. La tendencia de un mundo intercultural debe ser pues aquella misma, un humanismo inteligente que permita la reivindicación de las culturas olvidadas, y una interacción horizontal con aquellas culturas que la modernidad ha considerado absolutas.


Ser humano y razón. El problema del pensamiento impositivo. Ser humano y razón. El problema del pensamiento impositivo. Reviewed by Julián on martes, agosto 29, 2017 Rating: 5