BIOPOLITICA: UN PARADIGMA PARA EL PENSAMIENTO CONTEMPORANEO

DE LAURA RIVERA-STAPPER



El término biopolítica es introducido y definido originalmente por el filósofo francés Michael Foucault en varios de sus libros y conferencias. Es a partir de sus pensamientos que otros filósofos se basan para dar lugar a nuevas perspectivas y significados acerca de este término. Foucault afirma que, “(…) Durante milenios, el hombre siguió siendo lo que era para Aristóteles: un animal viviente y además capaz de una existencia política; el hombre moderno es un animal en cuya política está puesta en entredicho su vida de ser viviente”. De esta forma, se entiende la biopolítica como la inclusión progresiva del hombre, su bienestar y sus derechos en el centro de la política hasta transformarla. 

Uno de los pensadores que reflexiona sobre este paradigma es Roberto Esposito, el cual expone en su libro, “Bíos: biopolítica y filosofía”, el paradigma Inmunitario, explicando cómo el cuerpo es el lugar en el que se desarrolla el encuentro entre la política y la vida, y a su vez, en el cual se desarrolla la biopolítica. Es entonces cuando el cuerpo deja de ser una metáfora y se convierte en una realidad biológica. Por lo tanto, es correcto pensar que gracias a la biopolítica y al gobierno del cuerpo individual y de la población, la metáfora del cuerpo se materializa. Asimismo, se encuentra el cuerpo como centro de todo y es por esto que la política, el derecho y la economía dependen directamente del bienestar biológico del cuerpo de la población. El gobierno se ocupa de manejar y administrar la vida biológica.

En este orden de ideas, algunos defensores de este modo de concebir el ejercicio de la política mantienen la hipótesis que plantea al “Estado de excepción” como el paradigma que domina el pensamiento contemporáneo. Con respecto a esto, Giorgio Agamben, comienza su libro “Homo Sacer, El poder soberano y la nuda vida I”, demostrando cómo los griegos utilizaban dos términos para definir la palabra “vida”: zoé y bíos, los cuales respectivamente significan: el simple hecho de vivir, común a todos los seres vivos y, la forma o manera de vivir propia de un individuo o un grupo. Siguiendo la forma, se entiende que “zoé” se trata de la vida entendida como sus funciones meramente fisiológicas, mientras que “bíos” se refiere a la vida calificada, la vida política, las acciones, la realización plena de lo humano. 

Siguiendo con el planteamiento, considera que el ingreso de la zoé a la polis, es decir, la politización de la nuda vida constituye un acontecimiento decisivo en lo que a la modernidad respecta, es de tal magnitud, que marca una transición en las categorías político-filosóficas del pensamiento clásico. La nuda vida, es aquella vida a quien cualquiera puede dar muerte impunemente, es una vida desnuda porque está expuesta a una muerte violenta. 

Aquí es primordial entender el porqué de la impunidad de estas muertes y la explicación está en la Excepción Soberana. Para entenderlo mejor, es necesario mencionar la relación del poder soberano y la biopolítica y es que, el modelo jurídico-político y la biopolítica confluyen en algún punto. Este punto de encuentro se da a través de la implicación de la nuda vida en la esfera política, constituyendo así el núcleo originario del poder soberano. Agamben menciona, que lo que Foucault entendía por biopolítica era aquello que hace la soberanía y lo que hace la misma es producir vida sagrada, vida desnuda. Por tanto, hay una equivalencia en el funcionamiento de la soberanía y la producción de vida sagrada, así, esta es lo que define la biopolítica.

En la modernidad, la noción de nacimiento demarca el paso de la persona en su concepción meramente biologica a ser integrante de la sociedad, con la noción de nacimiento, planteada por Hannah Arendt, el súbdito deja de serlo para pasar a ser ciudadano o soberano, esto también incluye el tener una nacionalidad, un nombre, una pertenencia a un lugar. Al ser desterrado o al convertirse en paria, que es quien no marca registro de nacionalidad ante el derecho, la persona se encuentra en un vacío de existencia ante este. Agamben, dice que estos ámbitos donde no hay derechos o “no se existe”, son los campos de concentración modernos, por ejemplo, las fronteras. Este vacío del derecho, permite, como en las zonas de indistinción a partir de los estados de excepción, que, si se asesina, se salga impune, puesto que la víctima es “anónima”. En otras palabras, no hubo asesinato porque la víctima no tiene derechos, la víctima no existe.

Las preguntas están sobre la mesa, ¿qué pasa cuando este Estado de excepción, de no-recocimiento, se convierte en regla? ¿Qué sucede cuando una medida que se supone, es provisional, para tratar una emergencia temporal, termina convirtiéndose en la norma técnica de los gobiernos? ¿Qué tanto control tiene el gobierno sobre los cuerpos de los individuos? ¿Existe realmente una soberanía individual? ¿Existen campos de concentración modernos en la realidad? Lo dejo a su consideración.

BIOPOLITICA: UN PARADIGMA PARA EL PENSAMIENTO CONTEMPORANEO BIOPOLITICA: UN PARADIGMA PARA EL PENSAMIENTO CONTEMPORANEO Reviewed by Revista Zahir on martes, febrero 13, 2018 Rating: 5

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